{Bloody Mary- ID}

No había pasado mucho tiempo desde el incidente, la ocasión que había cambiado para siempre la vida de Ariel, quitando su humanidad y transformando su cuerpo en algo diferente. Se hizo fuerte, más que un humano normal, se hizo más rápido y sus sentidos se agudizaron, una tortura; fue una gran tortura sentir esos dolores, como si te enterraran afiladas armas blancas en todas las articulaciones, el frío y el calor extremo que invadió su cuerpo por días y por noches. El que una vez fue humano, vampiro se volvió.

La vida fue dura desde entonces, androides tratando de matarte, humanos tan fríos como el mismo metal de sus creaciones, le obligaron a dejar Belos, la ciudad en la cual había nacido y crecido. Recibiendo el total rechazo de sus padres los cuales, terminaron pagando su traición con una firma de sangre, por provocar la tristeza y la ira de una criatura diferente. La falta se sangre y la falta de experiencia había hecho que Ariel cometiera actos irremediables.


Con el paso de los meses, la cruel vida le dio una engañosa oportunidad a Ariel, algo donde conseguiría un poco de dinero, incluso los desterrados también lo ocupaban. Un trabajo en una planta para crear a los androides que servían para matar a los de su raza, algo irónico, pero nada era peor. Aceptó el trabajo suicida y con él, empezó una nueva etapa.

Dentro de un edificio, de malas instalaciones, Ariel aprendió el arte de crear los androides, algo difícil; pero estaba familiarizado pues sólo habían pasado 3 años desde que dejó de ser un humano. En su antigua vida, Ariel cursaba el primer año de universidad, en la rama de la tecnología que dejaba saber cómo era la complicada creación de estos caza vampiros y licántropos, pan comido. En el trabajo se sentaba al lado de un chico extraño, al parecer licántropo, no le gustaban muchos los perros; pero él resultaba ser algo interesante. Aquel chico llamado Belluse, apodó a Ariel "Bloody" pues cada vez que bebía sangre sus comisuras quedaban algo manchadas del rojo líquido.


Por alguna extraña razón, se sentía cómodo en ese lugar, como si pareciera que las razas pudieran convivir unas con otras en paz, hasta que el fuego comenzó en una noche de invierno. Claro que el edificio estaba fuera de la ciudad, le enseñaban a las criaturas el ensamble de androides para … quemarlos vivos después de unos días. Ariel y su amigo Belluse fueron los únicos que lograron escapar de las llamas en medio de la noche. Huyeron a Abarta, un lugar donde la supervivencia es lo más importante. Adoptaron unas viejas ruinas subterráneas como hogar y Bloody comenzó a aplicar lo aprendido en Abarta, no llegando a la contrucción de androides, pero sí a la reparación de múltiples cosas a cambio de dinero o de algo que tuviera valor en una ciudad tan descuidada. Habían pasado dos años desde entonces y Ariel aprendió algo sumamente importante que le serviría por el resto de su existencia:

☩  La falta de consumo de sangre, su combustible inicial debilita su cuerpo.
☩  Sólo puede utilizar el pentagrama una vez, ya que le agota rápidamente.
☩  El contacto con la luz del sol.